La diabetes tipo II, la hipertensión, los niveles altos de triglicéridos, de colesterol y del índice de masa corporal, características que conforman el síndrome metabólico, aumentan el riesgo de padecer cáncer de próstata, de acuerdo con un estudio realizado por expertos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
El trabajo fue encabezado por la investigadora independiente Adriana De Siervi, quien junto a su equipo realizó un experimento que consistió en desarrollar el síndrome metabólico en ratones de laboratorio e inocularles células tumorales de próstata con un gen “apagado”.
“Ese gen se llama CtBP1 y lo que vimos fue que cuando se encuentra apagado, los tumores desarrollados en ratones con síndrome metabólico no crecen o crecen menos”, detalló De Siervi.
El equipo explicó que CtBP1 regula la transcripción de numerosos genes, muchos de ellos supresores tumorales o inhibidores de la proliferación anormal de las células.
“Para ser activa esa proteína necesita de una molécula llamada NADH, que se obtiene a partir del metabolismo de la glucosa en la célula. Debido a su activación por NADH es que se asocia a CtBP1 con el metabolismo de las células, y por eso es considerado un sensor molecular”, puntualizó Cristian Moiola, integrante del grupo de investigación.
Los investigadores observaron además que los pacientes con tumores más agresivos de próstata presentaban mayores niveles de expresión de CtBP1.
El estudio, que duró entre dos y tres años, tuvo una primera fase “hecha in vitro en células tumorales en cultivo, con lo que concluimos que ese gen es muy importante en el desarrollo tumoral de próstata ya que actúa como un oncogen”, apuntó Moiola y agregó que actualmente procuran “un modelo de cáncer de mama para ver si el gen tiene importancia en su desarrollo”.
“Si se lograra apagar ese gen con alguna terapia direccional, los pacientes con síndrome metabólico y cáncer de próstata podrían tener un mejor pronóstico de vida”, señaló el Conicet.